Después de años de crecimiento sin precedentes, 2023 marcó un freno para el mercado inmobiliario francés. El número total de ventas disminuyó de 1,1 millones a 928,000 y los precios promedio cayeron un 1,6% en todo el país.
Aunque las ventas de casas disminuyeron en un 18%, los precios apenas se vieron afectados. Dos factores principales contribuyeron a esta disminución en la demanda:
- La guerra en Ucrania y la incertidumbre política y económica mundial han provocado un aumento significativo de los costes energéticos y de la inflación en general. Cualquiera que quiera renovar su propiedad sabe que un viaje a Mr. Bricolage ahora puede afectar seriamente su cuenta bancaria y que el costo de contratar artesanos locales ha aumentado proporcionalmente.
- Los bancos franceses se han apretado el cinturón y han endurecido sus criterios de concesión de crédito. Las hipotecas no sólo se han vuelto más caras, sino también más difíciles de obtener. En septiembre, Le Monde publicó un artículo titulado “Propiedad de vivienda en Francia: un sueño que se desvanece”, indicando que, el verano pasado, el tipo hipotecario medio había aumentado del 1% en diciembre de 2021 al 3,8%. De hecho, el volumen de nuevos préstamos inmobiliarios se ha reducido casi a la mitad (de 18,9 mil millones de euros a 9,9 mil millones).
En 2023, se vio una brecha entre lo que los vendedores querían por sus casas y lo que los compradores estaban dispuestos a pagar, lo que resultó en una caída del 18% en las ventas y complicaciones para los agentes inmobiliarios.
Semanas atrás, Francia dio la bienvenida al primer ministro más joven de su historia, quien intentará revivir la presidencia centrista del presidente Macron. Además, este año se celebrarán elecciones en Estados Unidos, el Reino Unido y la vecina Bélgica. En el lado positivo, los Juegos Olímpicos mostrarán a Francia ante el mundo, y los compradores del Reino Unido y otros países se sentirán muy alentados por el hecho de que el Senado haya respaldado los derechos automáticos de visa para los propietarios de segundas viviendas.
En última instancia, la demanda sigue siendo fuerte: si los vendedores son razonables en sus precios, venderán. Los compradores tendrán más opciones y podrán conseguir buenas ofertas.
Aunque no se puede predecir con certeza cómo evolucionarán los precios en 2024, se espera una ligera disminución del 3 al 5% a nivel nacional.
A pesar de la incertidumbre, el mercado inmobiliario francés se considera sólido y promete una calidad de vida excepcional.
