Hace más de 10 años vivo en esta hermosa región, la cual conozco como la palma de mi mano. Disfruta de esta selección de los lugares que no debes perderte cuando visites la Costa Azul Francesa:
Sol que acompaña a esta zona por más tiempo que ninguna otra parte en Francia, colores increíbles del mar Mediterráneo, el sonido relajante de las cigarras y el olor terapéutico a olivo: son algunas de las cosas, de muchísimas más, por las que la Costa Azul es única.
Este destino está lleno de tesoros que descubrir durante una estancia de al menos dos semanas.
La Costa Azul, también conocida como Riviera Francesa, es el litoral mediterráneo del extremo sureste de Francia. No existe un límite oficial, pero se suele considerar que se extiende desde Toulon, Le Lavandou o Saint-Tropez, al oeste, hasta Menton, en la frontera entre Francia e Italia, al este.
Por supuesto, hay que visitar las emblemáticas ciudades de Niza, Cannes y Antibes, así como Saint-Tropez y su glamurosa aura.
Disfruta del mar bañándote en Saint-Jean-Cap-Ferrat, Saint-Raphaël, Mandelieu-la-Napoule o Sainte-Maxime.
Pero no te conformes con la costa: aventurarse en el interior es igual de emocionante. Mougins, Le Lavandou, Grasse y Vallauris son hermosas puertas de entrada al interior de Niza y del departamento de Var.
Si quieres coger altura, los pueblos encaramados de Èze, Vence, Saint-Paul-de-Vence y Ramatuelle son imprescindibles.
Por último, apreciarás el cambio de escenario que supone una excursión a las islas de Lérins o Hyères.
Entonces, ¿preparado para descubrir la Costa Azul?
La expresión «Costa Azul» apareció por primera vez en 1887 bajo la pluma de Stéphen Liégeard. Dio los siguientes límites: «la franja costera situada entre Marsella e Italia».
El nombre proviene de la práctica de venir a la costa durante los meses de invierno, que comenzó en 1750.
